martes, 17 de marzo de 2009

Así ganó el Madrid

Cuentan las estadísticas y los números que el Barcelona se va, que no tiene rival y que puede finiquitar el título a años luz de que este alcance su final. Hay que impedirlo, la industria informativa estatal puede caer en picado y eso a nadie le interesa. Hay que vender periódicos y llenar informativos. Que alguien piense algo, rápido.

El Madrid visita Bilbao, territorio históricamente peligroso para los intereses blancos. Enfrente el Athletic, el mejor Athletic de los últimos 25 años, el flamante finalista de Copa. Esto se aleja, la Liga se va Barcelona, con escala en Almería. ¿Confíamos en Hugo?, ¿sí?, ¿no?, ¿y en Negredo?. No, muy difícil, el Barsa es invencible. ¿Qué hacemos?, Muñiz parece saberlo. "Voy a ello", dice el asturiano, "contra mí no podrán los vascos, faltaría más".

Saltan al campo. Lass agrede, pronto aprende el nuevo Makelele. Muñiz no lo ve, quedan 88 minutos, imagínate lo que podría pasar. Salta Huntelaar, no hay manotazo a Amorebieta. "¿Qué dice Iraola?, ¿a qué le expulso?, ala toma tarjeta, digamos que estabas discutiendo solo" (porque en Asturias suelen discutir solos se conoce). "Espérate que va Robben, esta es la mía, amarilla a Koikili y los dos laterales amonestados. Esto no podría ir mejor".
Esto no ha hecho más que empezar, puñetazo de Heinze, a Toquero se le hincha el ojo. "¿Cómo?, ¿qué dices?, ¿penalty y expulsión?. No, no te tires, o te mando a la ducha". "En cambio espera, que pito la falta aquella de Ocio, que es clarísima y el tío este que dices que te ha pegado, mete el segundo. ¿Contento?". Sí, todos contentos, el equipo de la unidad estatal manda en el marcador. Lo llevan claro los separatistas catalanes si creen que van a ganar la Liga tan pronto.

Sneijder se tira descaradamente, el Athletic pasa de los lloriqueos merengues y Heinze se mete en propia puerta. Muñiz no sabe que hacer. Casillas insulta, Yeste empuja. Actuación de Óscar del mejor portero del mundo. Muñiz lo tiene claro: "Expulso al tío este, que debe de ser bueno, y Santas Pascuas". San Mamés le quita la careta al yerno ideal. ¿A qué no era tan majo el niño bonito de los medios?.
Ojo que hay falta, David la pone. Llorente marca. "Dios mío en que jaleo me he metido. De esta no salgo. Pito el final de la primera parte y escucho órdenes". El guión le sobrepasa.

Vuelta al campo. Gol de Huntelaar. "Gracias Dios mío. Jarro de agua fría. De esta no se recuperan". Cuidado que hay falta. En una así llegó el gol. Se pasó el peligro. "¿Cómo, que Pepe le ha dado con la mano?, sí hombre, ahora voy a pitar, con lo bien que se ha puesto esto". Amorebieta va al suelo, toca el balón. Ve tarjeta. "Y tú Vélez cállate, que me has llamado cabrón de mierda y te vas a la calle". Sergio Ramos va al suelo. "¿Es Amorebieta?, ¿no?, pues pito córner y todos contentos".

"Ya lo tengo, el Madrid sale vivo de Bilbao". Marcelo cae en el área. Muñiz pita y el brasileño se pone a saltar como un mono, celebrando que el asturiano ha caído. "Que he caído se piensa. Cómo si no supiera yo que ha saltado por encima de Iraola...". Penalti. Marca el Pipa. San mamés se ríe del árbitro. Y San Mamés anima. San Mamés no deja de animar. "¿Qué pasa aquí?, ¿estos no se cansan nunca?".


P.D. No, señores. La Catedral del fútbol no cayó en la provocación y seguirá acogiendo a sus incondicionales, con el apoyo de los cuales, el Athletic alcanzará la permanencia.
Y por cierto, nos vemos en la final de Copa, que estoy seguro que esperáis como agua de (13 de) mayo ese enfrentamiento en la cumbre entre los 2 máximos enemigos del centralismo. ¿Escuece?. Pues siempre quedará Europa, aunque tengo entendido que en el Viejo Continente no os permiten estas cosas, ¿no?.
Recuerdos de Steven Gerrard.

martes, 3 de marzo de 2009

Es la Copa, nuestra Copa

Hay situaciones en las que, por más que te lo propongas, no puedes luchar contra los hechos. Mi mente me dice que no, que queda un día y que el mundo sigue girando. Y es cierto, el planeta gira, pero esta vez no ha incluído en la maleta a un pueblo, a un pueblo vasco paralizado por una ilusión, por una esperanza de volver a ser quien hace 2 lejanas décadas fue.
Este es uno de esos años que, no sabes ni cómo ni por qué, pero un ligero pálpito te indica que algo grande está por suceder, que hemos sufrido mucho y que ya nos toca volver a disfrutar con nuestro máximo sentimiento. Han pasado 25 años de irregularidad, de alegrías magnificadas y de temor insostenible por un ciclo que parecía acabarse, por un gigante que parecía estar contando los días para caer derrotado a orillas del Nervión, portando una mochila de recuerdos imborrables que quedarían sumergidos en las renovadas aguas del Botxo.

Pero lo que no hace tanto tiempo fue negro, ahora es blanco o, mejor dicho, rojiblanco, de un rojiblanco que ruge como nunca por volver a ganar. Rojiblanco como las banderas que lucen en infinitud de balcones del territorio histórico bilbaíno, rojiblanco como el escudo que indica la llegada a la Catedral del fútbol, y rojiblanco como nuestro corazón a poco más de 24 horas de la gran cita.

La naturaleza es sabia, y ella ha sido quien, utilizando a las inundaciones como mensajeras, nos ha recordado que, hace 25 años, Bilbao también se inundó. Casualidad o no, podemos ver que el Barcelona, casi con total seguridad, volverá a jugar la final de Copa y, casualidad o no, podemos ver como su mejor jugador comparte país con su estrella de entonces, un Maradona que resultó devorado por los leones de San Mamés ante el delirio y la admiración de las abarrotadas gradas del Bernabeú.


Dedicado a los jugadores: Afortunados futbolistas del Athletic, vosotros sois los elegidos para representar el orgullo del pueblo vasco ante un fútbol español protagonizado por selecciones mundiales. Pero podéis estar tranquilos, no vais a estar solos.
Desde una vez amanecido el día, contaréis con el incondicional apoyo de esta afición, de vuestra afición, de la mejor afición del mundo. Algunos estarán en el campo, otros al pie del mismo haciendoos llegar el apoyo necesario para la gesta. Otros estarán en sus casas, o incluso fuera de la ciudad, porque el sentimiento Athletic se extiende hasta límites que solo podemos imaginar.
Y otros estarán arriba, viéndoos derrotar al Sevilla desde algún rincón del universo rojiblanco. Allí estarán los Zarra, Gaínza, o Pitxitxi. Apelemos al espíritu de estos. Hagamos un sueño realidad. Devolvamos la gabarra a las aguas del Nervión. AUPA ATHLETIC!! AURTEN BAI!!