lunes, 4 de abril de 2011

Deporte en estado puro

La temporada ciclista alcanza, este abril, un mes clave, plagado de algunas de las mejores carreras del año.
Ayer fue el turno para el Tour de Flandes, una carrera belga de muros adoquinados que esperaba una nueva exhibición de Cancellara, después del carrerón del suizo en Harelbeke. No obstante, la lista de favoritos era amplia.

Con este titular, el de "Todos contra la locomotora de Berna", Quick Step, metía a Chavanel por delante. El combativo ciclista francés volvía a estar, una vez más, en la pelea por alzarse con uno de los 5 monumentos, aunque lo que desconocía él, era que tenía al enemigo en casa. La carrera estaba controlada por el equipo belga. Un corredorazo por delante, y una distancia que aumentaba progresivamente respecto al grupo de favoritos, y lo que es más importante, respecto a Fabian Cancellara.

Pero, incomprensiblemente, Tom Boonen, compañero de Chavanel, despertó a la bestia. Un ataque suyo implicó a Cancellara en la carrera, que destrozó uno por uno a todos sus rivales, incluído un Boonen que regalaba una clásica completamente controlada por su equipo, al no poder seguir el ritmo del suizo.

Con esta situación, Cancellara iba alcanzando a corredores como Lars Boom o Edvald Boasson - Hagen, intercalados entre el escapado y el grupo, y sólo era cuestión de tiempo llegar a la altura de Chavanel, que guardaba fuerzas, consciente de lo que se le venía encima. Una vez unidos suizo y francés en cabeza de carrera, la ventaja sobre el resto de favoritos volvía a ascender, condenando al Tour de Flandes a lo que parecía una nueva exhibición del ciclista del Leopard.

Pero los esfuerzos se pagan, incluso siendo una estrella del pelotón, y una pájara escandalosa en cabeza, permite un reagrupamiento inesperado de la carrera. Gilbert, que había pinchado poco antes del primer ataque de Boonen, se marcha en cabeza. Espectacular el belga en los muros, demostrando que será muy difícil batirle cuando lleguen las Árdenas. Pero los 10 kilómetros llanos de después, resultaron una quimera para el ciclista de Omega, que acabó siendo neutralizado.

Un excampeón del mundo lo intentó entonces. Alessandro Ballan, cuyo equipo había trabajado anteriormente, intenta salir del grupo, pero sin éxito. Sí lo consiguen Cancellara, Chavanel y Nuyens, que llegarían unos metros por delante a la linea de meta.
Pero los dos grandes protagonistas de la carrera, serían incapaces de levantar los brazos al final del monumento, y Nuyens, invitado de excepción, acabaría sumando un nuevo Tour de Flandes para el Saxo Bank, quizá el equipo que menos se lo merecía.
Pero así es el ciclismo, un deporte de locos, donde lo lógico aburre, y lo inverosímil emociona.

Con todo y con ello, a partir de hoy mismo se da paso a una semana apasionante, con País Vasco y Roubaix. La vuelta de los muros y la clásica del adoquín. Espectáculo asegurado.

PD: Quienes sólo siguen el ciclismo por el Tour y por la Vuelta, no saben lo que se pierden. Y quien viese el carrerón de ayer, no tengo la menor duda, de que me dará la razón.

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