lunes, 22 de septiembre de 2008

Visión optimista: Un año más

No es que el día 21 de septiembre acumule un gran número de efemérides a lo largo de nuestros días, pero ha sido testigo de acontecimientos tales como la muerte de Artur Schopenhauer, en 1860; el nacimiento del poeta Luis Cernuda, en 1902; o el golpe de estado de Boris Yeltsin en Rusia, en 1993. Pero, desde 1986, testifica, también, cada uno de mis cumpleaños que, pese a ser irrelevantes para la historia, es cierto que suman un cierto peso metafórico que llevar sobre la espalda. No obstante, es momento de ver la botella medio llena, de mostrarme satisfecho por ir incorporando dosis de vida a cada uno de los años, evitando dar la vuelta a la frase.

Por tanto, era día de celebración y de agradecimiento a todos los que se acordaron del evento. Gracias a los que me felicitaron antes, por no poder hacerlo después. Gracias al "coro" de Galdakao que no llegó a "pinchar" la hora por escasos instantes (echaremos la culpa al reloj de Borjita); gracias a los que se dieron cuenta del adelanto y esperaron hasta las 12; gracias a las ideas originales de llamar por teléfono o mandar mensajes estando a 2 metros. Gracias, también a los que esperaron hasta las 2.30, hora literal de mi nacimiento hace 22 años. En términos generales, gracias a los que estuvisteis en Galdakao, firmando una noche que, como todas, habrá generado diversas sensaciones, pero la causa era justa: Fiestas de Galdakao (mi cumpleaños, lógicamente, es algo secundario habiendo por delante algo tan importante).

Muchas gracias, además, a los que no estuvisteis allí y recurristeis a la vía SMS, y a los que esperasteis al día siguiente para felicitar por tuenti; También a los que aprovechasteis el momento de llegada a casa para escribir, con alguna confusión de letras, propia del estado de embriaguez. Por supuesto, gracias a la S.D. Etxebarri, en su plenitud, tanto por las felicitaciones como por ser protagonistas en el acontecimiento más destacado del día. A los jugadores por tirar de casta (recurso para cuando las cosas no funcionan) para amarrar, aunque fuera, un empate; al banquillo por hacernos llegar la intensidad necesaria para ello; y a la gente de fuera por hacernos creer que jugábamos en casa, superando en número y en ruido a los aficionados de Sarriena. Y gracias, lógicamente, a los que os quedasteis al término del encuentro a compartir unas cervezas y unos pinchos, comentando las alegrías y las penas vividas momentos antes.

Gracias al Athletic, por despertar justo el día de mi cumpleaños. Por realizar un partido que, pese a no poder verlo, me fío de los que dicen que fue bueno, por ganar con aparente contundencia. Ayer también fue el día en el que, al parecer, volvimos a encontrar dueño del carril izquierdo (Balenciaga), huérfano desde la incomprensible venta de Del Horno al Chelsea.
Y, pese a no ser mi equipo favorito, gracias al Barcelona por brindarnos una exhibición que no veía desde hacía tiempo. Por imporner un ritmo asfixiante que hasta los seguidores del Sporting celebraron (la pena que no pueda agradecer al As las injustas puntuaciones que les dan a sus jugadores).

P.D. Y hoy me toca a mí felicitar. Felicidades "Aitite" Telle, hoy vuelves a tener más años que yo, pese a que tu mala memoria se empeñe en negarlo.

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