lunes, 31 de marzo de 2008

Semana corta

He de reconocer que he encontrado numerosos problemas para confeccionar el inicio de esta historia, de modo que he optado por contaros mis obstáculos para ello. En contra de los que muchos imaginareis, os adelanto que no se si será largo o corto, puesto que hay tantas cosas decir que contar que quizá no diga nada. Decir que bien es simplificar mucho tras un viaje de estas características.
Por ser un poco críticos, recordar que la agencia exageraba en exceso los servicios del hotel, interpretando por salita de estar un sofá con un cuadro, o por terraza equipada la presencia de 2 sillas y una ¿mesa?, bueno, esa utilidad le dimos.
Debido al clima, nuestra presencia en Salou se redujo a salir de fiesta y 2 o 3 sesiones de Spa, todo ello intercalado por abundantes dosis de comida y escasas horas de sueño. En el aspecto personal, un comienzo irregular que se alargó dos dias, y en el que no quería entrar el alcohol, dio paso a una recuperación milagrosa para acabar fuerte, aunque no llegara en ningún momento a alcanzar la cota del desfase.
En cuanto al ambiente, destacar que nos encontrábamos ante un aparente traslado del País Vasco a tierras catalanas, presencia que aumentaba su porcentaje si analizábamos a los residentes en Santutxu. Buena música (algunas canciones se convertirán en nuestros particulares clásicos), ambiente relativamente agradable (salvo un par de altercados) y precios por las nubes, aspecto en el que, por increíble que parezca, me alegro de haber llegado a Bilbao.
Y, a modo general, y debido a la imposibilidad de entrar en detalles, podría dejar de escribir, puesto que nuestro objetivo era la fiesta y está resumida. Para los allí presentes nos quedan 4 fotos y las frases que, para bien o para mal, nos permitirán recordar para siempre este fantástico viaje.
Ahora toca recordar con nostalgia aquellos momentos, pero sin que ello nos impida reencontrarnos con la cruda realidad. Se va a echar de menos la tranquilidad del hotel, el ritmo de vida, las noches de Salou, pero sobre todo la compañía de los amigos, a cuyas caras nos hemos acostumbrado a ver día sí y día también, hora tras hora.
Si queréis saber más de nuestra estancia solo tenéis que hacer doble clic en "Seoane" en vuestra pantalla del Messenger y, a partir de ahí, dar paso a la imaginación y poner voces a los nombres.

P.D. Pues sí Asier, habrá que empezar a organizar el viaje a Conil, pero tal y como diría uno que yo me se, no nos pongamos nerviosos. Saludos a todos.

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